jueves, 14 de mayo de 2015

Sonata para el amor de un hombre bueno








Sonata para el amor de un hombre bueno



termina la tarde,
lentamente la noche avanza,
como tinta negra tiñe el mar,
la playa oscurece como un reloj de arena,
toda sombra se diluye,
el silencio es hermoso...

un violín comienza su llanto,
suave,
enternecedor,
un hombre bueno esta triste...

el llanto en tono bajo,
con introducción lenta,
mientras un hombre bueno llega a la playa 
y se detiene para no ver nada,
y nada busca,
mientras escucha la entrada de un órgano melancólico
y una flauta fugada...

es la sonata de un hombre triste,
que compone música con letras,
que ama mujeres como Princesas...

la música avanza como la noche,
sin pensar como es el fin,
se desliza entre acordes,
 parecidos a los sentimientos de un hombre bueno,
un hombre triste,
que de pronto grita y se tira frente al mar,
que llora y se ahoga volviendo a la calma de su sonata...

no hay amor mas sublime
que el amor de un hombre derrotado,
no hay hombre mas hombre
que un hombre destrozado...

y el violín se rebela
y aúlla en tonos altos,
y el órgano es un coro de almas en música sacra,
 y todo se detiene repentinamente,
cuando el se pone de pie
y eleva sus manos,
 todo comienza de nuevo,
su llanto suave,
enternecedor...

un hombre bueno esta triste...

no hay mujer mas hermosa,
como la que se ha ido,
no hay amor mas fiel,
como el de quien la deja ir...

el piano se abre paso,
es la única voz codificada,
que habla con autoridad,
mientras todo lo demás es instrumental...

el amor de un hombre bueno,
ha creado música de las letras,
una sonata hermosa,
tierna y violenta,
como la vida misma...

y se agita todo una o dos veces mas,
en desorden y con estridencia,
para volver a la playa,
donde el sigue arrodillado frente al mar,
donde aparece la lluvia finalizadora de historias,
de la música...

se escucha el violín mas triste del mundo,
el coro mas lejano del viento,
el piano con los dedos mas derrotados,
y la voz de un hombre tendido en la playa;
te extraño nena...

la noche avanza,
la tinta negra cubre al mar,
la playa oscurece como un reloj de arena,
toda sombra se diluye,
el silencio es hermoso...



The Sunblackure...



La chica que partió







La chica que partió 



esta carta esta dedicada por el aniversario
de la chica que se fue...


se de una chica,
de una chica que partió,
que partió lejos de mi
una chica que aviso a todos de su partida,
pero no a mi,
no a mi...

se de un chico,
de un chico que se quebró,
que se quebró todo,
un chico que se destruyo todo por ella
y ella aviso a todos,
pero no a mi,
no a mi...

cuando en  las noches las calles se hacen estrechas
y me hacen correr para no ser aplastado,
para no ser asfixiado,
la veo a ella huyendo delante de mi,
bailando entre las paredes estrechas,
como un fantasma brillante de noche,
y que desaparece al amanecer,
mientras las calles terminan por quebrarme,
ahora se que eres tu la chica que partió,
la chica que se alejo de mi
y que aviso a todos de su partida,
 menos a mi...

ahora sé que yo soy el chico que se quebró,
y te aviso, 
te aviso quien soy yo;
el que corre roto tras de tu sombra,
sombra de las sombras,
sombra debajo de los ojos,
ojos de cristal roto,
roto por dentro y por fuera,
lo soy,
soy quien le aviso a todos del amor que te tengo,
el que muere entre las calles estrechas por la noche...

yo,
quien extraña a la niña que dibujaste
y que borraste...



The Sunblackure...