jueves, 27 de septiembre de 2018

tiranos en terapia








Tiranos en terapia

y justo cuando parecía que todo era perfecto,
siempre hay algo que te despierta del sueño,
no importa lo profundo y perfecto que sea...

tu amor tirano que despoja a cualquiera de su sentir
y mi amor perfecto que se deja llevar,
juntos en la vida,
como en un hospital...

tu corazón conectado a mil mangueras,
y el mio solo latiendo por las estrellas,
tan perfecto...

tus ojos tiranos mirando siempre al horizonte,
en aquel punto donde esquivas al sol,
y los dos en el hospital...

y justo cuando parecía que moría,
tus manos tiranas me tocaron,
la vida es perfecta...

entra un medico a la sala,
y nos miramos al ver el libro que lleva entre sus manos,
con mis letras tiranas dentro...

ahora sabemos que estamos en terapia,
cada uno en su cama,
tan perfectos...

llevan sangre a tu corazón
y luz al mio,
el amor perfecto...

el amor tirano,
que nos tiene tan unidos en la separación,
en esta respiración que compartimos y nos robamos a la vez,
como dos grandes tiranos,
amándose solo cuando el otro no lo hace,
tomando el turno para lastimarnos,
tanto que te van muy bien los ojos enfurecidos,
como las lágrimas le van a los míos...

es la tiranía del amor,
que se concibe solo en esta sala de terapia,
donde luchamos contra la muerte y contra la vida,
donde eres mi amiga y mi adversaria,
la forma mas perfecta del equilibrio sentimental,
cuando no te pido nada y no me das nada,
en la desoladora presencia de nosotros mismos,
como la sombra que aparece por las noches en tu habitación,
como la sombra que pinte en la mía...

tan perfectos,
tan únicos,
 y sin que nadie sepa de lo nuestro,
no por ser prohibido,
solo por que es nuestro,
y de nadie mas...

tus letras perdidas que ni tu entiendes,
frases deformes cerca de la nada,
que no dicen nada,
y las mías  
extraviadas en lo oculto,
frases cercanas a la locura,
que lo han dicho todo...

tan egoístas negándonos todo,
 hasta vernos,
 lo que mas queremos,
aunque sea un instante,
como dos tiranos en terapia,
en terapia intensiva,
tan cerca y tan lejos,
que cuando uno parece morir,
solo basta que el otro estire sus manos,
de cama a cama,
para tocarle,
y negarle la muerte,
pues siempre que tus manos estén conmigo,
viviré,
como siempre lo hará la Princesa con mis letras...



The Sunblackure...

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