lunes, 21 de agosto de 2017

Ópera








Ópera


se abre el telón,
hay una niña,
fría en el suelo...

me provoca angustia,
así,
verla tan fría...

en sus ojos,
hay sombras,
maquillaje pálido,
silencio,
a lo largo de un acto,
bajo estrellas de papel plata..

música electrónica,
tecnológica,
tenue,
rítmica,
melancólica...

opera melancólica,
y la creencia
de que existe el amor
en alguna parte...

con las manos en el suelo,
levanta su pecho
y con su cara hacia las estrellas,
entonando agudamente las primeras lineas de un lamento hecho canción,
no hay nada mas en el escenario que su oscuridad
 y los destellos del papel plata...

veo la sala,
y no hay nadie,
me encuentro solo en el centro,
y la veo ahí,
sufriendo,
con esa música dentro de mi,
sus pocas palabras,
tan largas
y su eco en todo el lugar...

solo es una niña,
bajo algo que le acecha,
que le amenaza y domina...

 me pongo de pie furioso
y pareciendo ser observado me detengo,
como siempre,
sin derecho a intervenir...

es una ópera,
melancólica,
con una historia corta y repetitiva,
donde los personajes no existen,
solo ella y no actúa,
 solo canta,
y yo le entiendo...

mientras la música sube de volumen y velocidad,
las estrellas bajan hasta ella
y un gran reflector se enciende potente detrás de ella
directo hacia mi,
ranurando mis ojos,
llegando la música al máximo,
su voz a lo mas alto
y la luz a lo mas luminoso,
para detenerse y apagarse todo en un estruendo repentino,
donde ella desaparece y me quedo solo,
en silencio,
en un solo acto...



The Sunblackure...





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