martes, 25 de junio de 2019

Dulzura










Dulzura


en el bosque,
bajo un cielo enorme azul,
colmado de las nubes mas blancas,
corría la princesa sobre el campo verde
 desde su casa hacia el borde donde comienza
la fila de arboles que lucen verdes y eternos,
ella de un lado a otro haciendo sus quehaceres,
y de pronto salgo yo 
de entre ellos,
cansado,
muy cansado,
buscándote...

y nos miramos a distancia,
y nos acercamos hasta estar de frente
y nos sonreímos dulcemente
como cada mañana,
me arrodillo suavemente
y tu después de mi, 
protegiendo tus rodillas con tus faldas,
mirándome impaciente 
pero controlando siempre tu emoción,
tus ojos luminosos
y tus manos blancas que se mueven nerviosamente,
mientras el viento agita levemente la cordillera de arboles
haciendo aquel ruido peculiar de los hojas agitándose...

el sol es intenso,
y tu sombreo protege tu cara de niña 
tu mirada busca algo entre mis manos,
yo solo te admiro
en la belleza extrema de tu dulzura,
eres mi niña hermosa
la mas pequeña y grandiosa,
el pulso continuo de mi corazón...

de entre mi ropa,
saco cubriendo delicadamente con mis manos
un pequeño ser,
de plumas amarillas 
completamente hecho bolita por el frió matutino
pero al recibir los primeros rayos de sol,
el pequeño ser se desenrolla
y deja ver su tierna cabecita y su pico naranja,
se extiende y agita sus pequeñas alas,
tus ojos se maravillan,
y tus labios sonríen de aquella forma en que solo la princesa puede sonreír,
tu sonrisa chocolate,
que así llamo por tu predicción por ellos,
entonces dulcemente te digo;
te regalo un pollito,
el mas pequeño de todos,
el mas abandonado que encontré en el bosque,
pero el mas fuerte de ellos,
por que en la adversidad 
ha sobrevivido todas las noches desde que nació,
lo deposite en tus manos,
y te llenaste de amor y dulzura,
de ternura y alegría,
como lo hice yo,
la primera vez en que te vi...

y dijiste asombrada; es un pollito bebé,
y repetimos juntos; el mas pequeño y fuerte de todos,
como si fuese el inicio de una pequeña plegaria,
una por nuestro amor...

el viento arrecio
los arboles desprendían sus hojas mas débiles,
las nubes corrían de cielo a cielo haciendo que los rayos del sol
provocaran sombras sobre nosotros,
y rayos de luz intermitente,
calor y frió,
tu sombrero se cayó,
tu cabello se soltó
tu vestido revoloteaba,
y protegiste en tu pecho al bebé,
nos pusimos de pie
y te abracé 
me miraste 
y con amor me dijiste; gracias,
te sonreí de esa forma en que solo los pastores y príncipes lo hacen,
mi sonrisa chocolate,
por mi adicción a ti...

y repetí;
te regalo un pollito,
el mas pequeño y el mas fuerte de todos,
 que representa mi amor por ti,
el mas abandonado 
el mas rechazado,
mi debilidad y fortaleza,
mi ternura,
mis sueños,
mi tristeza,
mi melancolía,
mi ocaso,
mi noche eterna,
mi sol hermoso,
mi dulzura...

entramos juntos a la casa,
cerrando la puerta enorme de madera,
mientras todo se agita afuera,
y comienza una lluvia ligera,
entonces despierto,
y estoy en mi cama,
solo,
con esa sensación de haber estado contigo,
y escuchando esta tormenta de madrugada,
y te lloro,
dulcemente...



The Sunblackure...

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