lunes, 22 de julio de 2019

Introspección








Introspección

soñé,
soñé que había muerto,
y me vi en mi cama desde el techo,
me vi con tanta paz
que cuando quise llorar por mí,
sonreí,
 al verme tranquilo al fin...

baje hasta abrazarme
y sentí mi pecho sin esa agitación,
tomé mis manos y aun estaban calientes como cuando te escribía toda la noche...

entonces decidí entrar otra vez en mí,
pero esta vez fue diferente,
me vi por dentro,
como algo ajeno,
reconocí todo lo que fui,
entré en mi cabeza
y vi todos mis pensamientos congelados,
detenidos como una fotografía,
como pinturas rupestres
 en las paredes de una caverna...

ojala pudieras entrar corriendo
 e iluminar la cueva con tus estrellas...

me asomé por mis ojos que aun tenían esa humedad
 por el llanto de tantos años,
que me hacia ver borroso al mundo
y quise llorar de nuevo,
pero sin ellos
 me fue imposible...

vi lo cristalina que es la vida y la muerte,
recorrí cada parte de mi cuerpo,
como un humo espeso,
vi cada cicatriz
y recordé el origen de cada una de ellas,
y de pronto me encontré en un conducto oscuro,
un pasillo,
una cueva,
la cual recorrí temeroso,
pues al avanzar sentía mas frió,
y a cada centímetro que me adentraba  mas la oscuridad se acentuaba,
hasta que llegue a mi corazón,
que yacía inerte,
intacto,
 quieto
y lo abrace,
estaba helado,
sin vida...

sentí toda la amargura que se puede sentir,
toda la desolación que se puede sentir 
cuando vi cada parte de el,
la parte donde va mi familia,
la parte donde van mis amigos,
la parte donde están mis mascotas,
la de mis maestros,
y la de las cosas que soñé en vida...

entonces vi que no estaba completo,
que había un hueco enorme en el centro,
y que se prolongaba hasta lo mas profundo,
el lugar donde estabas tu...

tu que fuiste quien completaba mi corazón,
quien le daba vida,
fuerza y sentido,
quien lo agitaba
 y lo hacia latir como un tambor de guerra,
tu que fuiste todo para mi,
ya no estabas ahí...

entendí mi muerte entonces,
mis últimos años,
mis lágrimas,
todas y cada una de ellas,
entendí lo que me había sucedido,
y lo acepte de inmediato
 y sin reproches,
estaba yo ahí,
sin ti,
incompleto,
con ese enorme hueco en el corazón...

el espacio hermoso que ocupaba tu ser,
justo en el centro
hasta lo mas profundo,
donde nace la sangre,
donde golpea el primer latido
y donde el ultimo,
el mas hermoso de todos los latidos,
expiré...

por ti...




The Sunblackure...

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